REVALORANDO A TODAS LA SANGRE
La Amazonia es un ecosistema sumamente frágil y continuo, y en ella habitan pueblos indígenas. Esto debe ser tomado en cuenta si queremos alcanzar un desarrollo sostenible que permita conservarla y evitar los conflictos sociales.
En la Amazonia Peruana existen conflictos por tierras y recursos naturales, estos surgen porque la legislación indica que el Estado es dueño del subsuelo y puede entregarlo en concesión, pero ocurre que sobre ese subsuelo habitan personas, existen propiedades comunales o áreas protegidas.
Para explotar hidrocarburos u otros recursos debe dialogarse con las comunidades nativas. El convenio 169 de la OIT indica que debe realizarse una consulta previa, informada y oportuna, y no cuando ya todos los acuerdos entre el Estado y las empresas están pactados. Las comunidades requieren información completa sobre la extracción de los recursos por las empresas en sus territorios. Se le suele informar solamente sobre los beneficios económicos, se les ofrece trabajos temporales o donaciones puntuales pero no se les informa cabalmente sobre los impactos negativos sobre el medio ambiente, hábitat del cual ellos dependen para su sobrevivencia.
Desde el 2006 el país cuenta con una Ley de Pueblos Indígenas en Aislamiento, cuyo proyecto de Ley buscaba lograr la total intangibilidad de sus reservas territoriales. Sin embargo, el pleno del Congreso, en el debate para su aprobación final, colocó una frase -articulo 5- señalando que, si es de necesidad pública, se puede desarrollar industrias extractivas en las reservas territoriales de indígenas aislados. De esta manera su protección quedó vulnerada.
De los 60 pueblos indígenas que habitan en la Amazonia, 1450 estan en estado de aislamiento o de contacto inicial. Esta situación de aislamiento de algunos pueblos o secciones de ellos se creo principalmente durante “boom” del caucho a principios del siglo pasado cuando muchos indígenas fueron esclavizados y perseguidos, en esta situación algunos decidieron refugiarse en zonas remotas e inaccesibles de la Amazonia. Tomar contacto con ellos puede resultarles fatal pues la transmisión de una enfermedad como la gripe, por ejemplo, podría diezmar a toda una población. Además, ellos ven en los hombres “civilizados” a los explotadores de caucho y taladores que esclavizaron a sus antepasados por décadas.
“No se trata de obstaculizar el desarrollo, sino de lograr un desarrollo realmente sostenible. No puede ser que el nombre del crecimiento económicos las poblaciones nativas sufran impactos negativos en su medio ambiente y salud”.
La Amazonia es un ecosistema sumamente frágil y continuo, y en ella habitan pueblos indígenas. Esto debe ser tomado en cuenta si queremos alcanzar un desarrollo sostenible que permita conservarla y evitar los conflictos sociales.
En la Amazonia Peruana existen conflictos por tierras y recursos naturales, estos surgen porque la legislación indica que el Estado es dueño del subsuelo y puede entregarlo en concesión, pero ocurre que sobre ese subsuelo habitan personas, existen propiedades comunales o áreas protegidas.
Para explotar hidrocarburos u otros recursos debe dialogarse con las comunidades nativas. El convenio 169 de la OIT indica que debe realizarse una consulta previa, informada y oportuna, y no cuando ya todos los acuerdos entre el Estado y las empresas están pactados. Las comunidades requieren información completa sobre la extracción de los recursos por las empresas en sus territorios. Se le suele informar solamente sobre los beneficios económicos, se les ofrece trabajos temporales o donaciones puntuales pero no se les informa cabalmente sobre los impactos negativos sobre el medio ambiente, hábitat del cual ellos dependen para su sobrevivencia.
Desde el 2006 el país cuenta con una Ley de Pueblos Indígenas en Aislamiento, cuyo proyecto de Ley buscaba lograr la total intangibilidad de sus reservas territoriales. Sin embargo, el pleno del Congreso, en el debate para su aprobación final, colocó una frase -articulo 5- señalando que, si es de necesidad pública, se puede desarrollar industrias extractivas en las reservas territoriales de indígenas aislados. De esta manera su protección quedó vulnerada.
De los 60 pueblos indígenas que habitan en la Amazonia, 1450 estan en estado de aislamiento o de contacto inicial. Esta situación de aislamiento de algunos pueblos o secciones de ellos se creo principalmente durante “boom” del caucho a principios del siglo pasado cuando muchos indígenas fueron esclavizados y perseguidos, en esta situación algunos decidieron refugiarse en zonas remotas e inaccesibles de la Amazonia. Tomar contacto con ellos puede resultarles fatal pues la transmisión de una enfermedad como la gripe, por ejemplo, podría diezmar a toda una población. Además, ellos ven en los hombres “civilizados” a los explotadores de caucho y taladores que esclavizaron a sus antepasados por décadas.
“No se trata de obstaculizar el desarrollo, sino de lograr un desarrollo realmente sostenible. No puede ser que el nombre del crecimiento económicos las poblaciones nativas sufran impactos negativos en su medio ambiente y salud”.
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